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Alternativas a la residencias para personas mayores dependientes

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Las personas mayores dependientes necesitan cuidados adaptados a sus necesidades. Es habitual que manifiesten su deseo de seguir viviendo en el domicilio habitual. Sin embargo, cuando esta opción no resulta viable, surge la necesidad de encontrar otras alternativas. En ese caso, la familia puede buscar asesoramiento para solicitar plaza en una residencia. ¿Quieres saber cómo ayudar a adultos mayores dependientes? Te ofrecemos una serie de opciones que quizás no conocías.

Qué es una persona dependiente

Alguien que, como consecuencia de alguna limitación, necesita apoyo para realizar diferentes tareas en su día a día. Las causas de una situación de dependencia pueden tener un origen físico o psíquico. Consulta otro de nuestros posts para conocer en mayor profundidad qué es una persona dependiente.

Cómo ofrecer un cuidado integral para evitar la soledad en las personas mayores dependientes

El riesgo de soledad, incomunicación y aislamiento se intensifica en la tercera edad; especialmente, cuando la persona mantiene pocos vínculos significativos o cuando los familiares viven lejos.

Una situación de dependencia debe analizarse desde un enfoque humano. La alimentación, la higiene, el descanso y el cuidado de la postura corporal son esenciales en el día a día. Pero una atención personalizada se completa con las demostraciones de afecto, compañía, escucha, empatía y amabilidad.

Por tanto, es recomendable analizar qué entorno puede proporcionar los cuidados del adulto mayor con mayores garantías. Siempre que las circunstancias lo permitan, conviene valorar la posibilidad de que siga viviendo en su propio hogar. Debemos recordar que la casa es un espacio de seguridad, recuerdos, arraigo y pertenencia. Es el entorno que representa la comodidad, la intimidad y la libertad. También simboliza la bienvenida, al recibir la llegada de familiares, vecinos y amigos.

Cuando no se dan las condiciones deseadas para que nuestros mayores permanezcan en su hogar, la residencia se presenta como la alternativa habitual. Sin embargo, existen otras fórmulas que puedes tener en cuenta.

1. Centros de día

En este caso, la persona sí permanece en su domicilio durante la noche. Aun así, cada jornada se desplaza durante varias horas hasta un centro de día en el que recibe atención personalizada y un seguimiento continuo. Por otra parte, es una propuesta que no solo cuida al usuario, sino que protege a su cuidador habitual. Este dispone de más tiempo libre para descansar, ocuparse de otras tareas y organizar planes.

2. Cohousing

El cohousing propicia un tipo de convivencia en un escenario que combina las zonas compartidas con los espacios individuales. Es una fórmula que unifica la esencia del hogar con el acceso a servicios especializados que se centran en las necesidades de los residentes. Cada usuario tiene su propia vivienda, pero también se integra en las zonas comunes. De este modo, disfruta de su tiempo de soledad y de la compañía de los demás.

3. Apartamentos tutelados para personas mayores dependientes

Son viviendas que ofrecen una perfecta accesibilidad, es decir, no poseen ningún tipo de barrera que pueda dificultar la movilidad del usuario, un ejemplo ideal de cómo prevenir caídas. Por otra parte, es un hogar que se complementa con un extenso catálogo de servicios que potencian el bienestar personal.

4. Asistencia integral y profesional en casa

También es posible contar con la colaboración de profesionales que se ocupan del cuidado diario de la persona dependiente en su propio domicilio. En ese caso, es recomendable contratar los servicios de un profesional formado y cualificado que sepa atender las necesidades básicas del adulto mayor. En cambio, si la persona dependiente tiene hijos, existe la posibilidad de que se turnen para ocuparse de su cuidado.

5. Voluntariado centrado en el acompañamiento a personas dependientes

No es una solución general, sino un apoyo que conviene poner en valor. Existen proyectos integrados por personas voluntarias que acompañan a personas mayores que tienen algún grado de dependencia. Estos voluntarios también pueden ayudar en la realización de algunas gestiones.

Como ves, existen diferentes soluciones que hay que valorar en la tercera edad. Recuerda que, siempre que sea posible, conviene contemplar el cuidado en el propio domicilio como primera opción.

Vivir en casa o en una residencia de mayores: cuándo priorizar cada opción

No olvides que cada situación debe contextualizarse en su realidad individual. Para tomar una decisión definitiva, es recomendable que consultes el criterio médico. Su valoración puede ser determinante.

Por otro lado, también es importante que tengas en cuenta la opinión de la persona mayor. Es una situación que le afecta directamente. Por ello, es esencial que escuches su punto de vista y su deseo, puesto que ignorar su opinión y forzarle a tomar decisiones puede ser una forma de maltrato a personas mayores.

Además, hay que analizar las características del propio hogar. ¿Qué hacer si la persona mayor vive en un piso sin ascensor que se sitúa a una elevada altura? ¿Y si reside en un inmueble con numerosas escaleras? Valora la posibilidad de llevar a cabo algunas reformas en la vivienda o de hacer una mudanza. Pero si esas opciones no se presentan como viables a corto plazo, la residencia es una opción a tener en cuenta. Las residencias de mayores ofrecen todo tipo de comodidades y es la solución adecuada para personas que se han quedado sin más opciones.

¿Por qué es importante que las personas mayores vivan en su casa si las circunstancias lo permiten? El hogar es el lugar al que todos estamos arraigados y en el que tenemos una rutina bien definida. Por otra parte, el propio entorno ofrece el acompañamiento cercano de los vecinos. Del mismo modo, la persona mayor puede seguir visitando su farmacia de confianza y los negocios en los que compra habitualmente, llevando mejor los cambios psicológicos de la vejez.

En definitiva, no tiene que hacer frente a numerosos cambios para adaptarse a vivir en otro sitio. El hogar tiene un gran valor emocional, puesto que es el lugar en el que ha construido sus recuerdos y allí desea seguir alimentando nuevos momentos.

Cómo solicitar teleasistencia para personas mayores dependientes

El servicio de teleasistencia eleva la seguridad de las personas mayores que viven solas, proporcionando atención inmediata si se produce cualquier emergencia. Pero esa atención no se limita a aquellas situaciones que puedan plantear algún riesgo. El usuario recibe llamadas de seguimiento: se siente escuchado, valorado, cuidado y atendido. Las familias son informadas de cualquier incidencia con la máxima puntualidad. ¿Y cómo puedes solicitar teleasistencia para un ser querido? En Teleasistencia Vital podemos ayudarte.

En resumen: las personas mayores dependientes necesitan cuidado, atención y empatía, además de tratar de ofrecerles acompañamiento constante pero, sobre todo, debemos ser capaces de satisfacer sus peticiones de permanecer en el hogar siempre que sea posible, por el bien de su salud mental y de su felicidad.

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