que es una persona dependiente y como actua la teleasistencia

Qué es una persona dependiente y cómo actúa la teleasistencia

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¿Sabes qué es una persona dependiente? Son personas que necesitan ayuda externa para desenvolverse. Ahora bien, en tiempos tan agitados como los actuales, ¿cuál es la mejor solución para atenderlos?

Explicando qué es una persona dependiente

Desde un punto de vista técnico, se considera dependiente a una persona cuando:

  • No es capaz de realizar sus tareas básicas diarias.
  • Carece de la autonomía necesaria para tomar decisiones.

Por lo general, el origen de estas limitaciones permanentes es la vejez, un accidente o una enfermedad incapacitante.

Su situación oscila en torno a un concepto clave: qué es la autonomía personal. Es algo de lo que la mayoría de personas disfrutamos a diario y no siempre valoramos: la capacidad de decidir y llevar a cabo las actividades cotidianas con nuestros propios recursos y habilidades.

Desde un punto de vista legal

La Ley es clara al definir a las personas dependientes. Existen tres requisitos que deben darse necesariamente en ellas:

  • Tienen una limitación intelectual, psíquica o física.
  • Como consecuencia de ella, son incapaces de desenvolverse en el día a día.
  • Precisan cuidados, apoyo y asistencia de su entorno.

¿Todas las dependencias son iguales?

Podemos diferenciar tres niveles distintos, aunque lo realmente importante no son las categorías establecidas, sino las tareas que cada persona puede y no realizar sola.

Así, hablamos de:

  • Dependencia moderada. Es la variante menos grave. Estas personas pueden desenvolverse en ciertas áreas, si bien precisan de ayuda una vez al día, o de manera intermitente.
  • Dependencia severa. Los cuidados del adulto mayor que necesitan son más continuados, alrededor de dos o tres veces cada día, con especial dedicación para cubrir las necesidades físicas del adulto mayor.
  • Gran dependencia. Son las situaciones más extremas: las de aquellas personas que precisan de ayuda todo el tiempo, porque no pueden valerse por sí solas. Al menos una persona debe estar continuamente al tanto de sus necesidades.

¿Cómo influye la dependencia de un ser querido en el hogar?

Todos vivimos tiempos complicados, en los que las urgencias, las agendas saturadas y el estrés nos acompañan casi permanentemente. Cuando en el seno familiar hay personas mayores dependientes, la situación se complica todavía más. Sobre todo si ese ser querido necesita ser atendido 24 horas al día.

Las dificultades para conseguirlo son tremendas. Muchas más de las que todos nos imaginamos a priori. Piensa, por ejemplo, en estas exigencias de la nueva situación:

  • Compaginar los horarios de trabajo con el tiempo que hay que pasar junto al familiar. Puede afectar a uno o más individuos, por ejemplo, si deciden turnarse para atender a esa persona.
  • Conciliar estos cuidados con la vida familiar. Las relaciones de pareja, la atención a los hijos y las labores domésticas pueden quedar desatendidas si alguien nos necesita a su lado continuamente.
  • Cambiar de domicilio. Tanto si vives en otra ciudad como alejado de esa persona, tendrás que plantearte una modificación residencial. Puedes cambiarte tú de vivienda o la persona dependiente. Esta segunda circunstancia suele crear un estrés adicional a los afectados.
  • Pagar a un cuidador privado. Con tantas dificultades, a veces contratar a un especialista cualificado parece la única alternativa. Sin embargo, ¿permite la economía familiar ese gasto adicional? ¿Cómo va a afectar al resto de las necesidades económicas del hogar?
  • Aprovechar ayudas públicas. A pesar de que existe una Ley de Dependencia, conseguir estos apoyos económicos institucionales es bastante complicado. En un buen número de ocasiones ni siquiera llegan y, si lo hacen, no siempre es a tiempo. Gestionar estas solicitudes y cumplir con la burocracia exige, además, tiempo, dedicación y constancia. Justo lo que no se tiene mientras se están cuidando a estas personas dependientes. En cualquier caso, si lo necesitas, existen ayudas como cuidador no profesional que conviene solicitar.

El síndrome del cuidador

La combinación de trabajo, esfuerzo, dedicación y estrés con la vorágine de sentimientos que genera la atención a una persona dependiente pueden derivar en problemas de salud para sus cuidadores. Se conoce como síndrome del cuidador quemado al agotamiento físico y emocional que sufren quienes dedican gran parte de su tiempo cuidando a un ser querido dependiente. Para saber cómo ayudar a adultos mayores sin perjudicar nuestra propia salud existen servicios auxiliares que pueden facilitar nuestra labor.

Cómo funciona el servicio de teleasistencia

Los avances tecnológicos nos permiten disfrutar de mejoras significativas en los cuidados del adulto mayor dependiente. Se trata de implementar un sistema de atención a distancia, inmediata y permanente.

La persona dependiente se encuentra permanentemente conectada a una base de control que, en caso de emergencia, pone en marcha el protocolo de urgencias a domicilio que sea necesario. Ante cualquier necesidad, se actúa de forma inmediata.

Si incorporas este servicio, no solo mejoras el cuidado y la satisfacción de tus seres queridos dependientes. También salvaguardas su contacto con el entorno social y familiar sin renunciar a una atención inmediata. Asimismo, favoreces la independencia exclusiva de los habituales cuidadores de estas personas, que ya no deben estar a su lado durante 24 horas los 7 días de la semana.

Una solución interesante

En Teleasistencia Vital hemos perfeccionado este sistema a través de una solución propia. Es una opción económica, asequible para la mayoría de los hogares, y muy eficiente para vigilar y cuidar a los usuarios dependientes.

Consiste en un avisador de emergencia para ancianos, enfermos crónicos, personas que viven solas o están sin compañía mucho tiempo y afectados por discapacidades.

El procedimiento se lleva a cabo de este modo:

  • Instalamos un terminal fijo en el domicilio del cliente.
  • Facilitamos a la persona dependiente un botón o una medalla de alerta. Cuenta con un dispositivo que debe pulsar si se produce una emergencia.
  • En cuanto pulsan el avisador, contactamos con él y ponemos en marcha la respuesta o la atención requeridas.
  • Además, nuestros operadores se mantienen muy cercanos a estos usuarios. En todo momento están pendientes para saber si todo va bien y se encuentran protegidos, acompañados y cuidados.
  • Informamos a los familiares del estado de estas personas, así como de las incidencias atendidas.
  • En todo caso de emergencia, activamos los recursos privados o públicos necesarios para salvaguardar a la persona atendida.

En definitiva, es una solución muy válida y práctica durante los estadios iniciales de dependencia. Además, para los casos más graves, se trata de un complemento liberador que proporciona pequeños márgenes de desconexión a los diferentes cuidadores.

Ahora ya sabes qué es una persona dependiente, qué implica su cuidado y cómo contar con un apoyo adicional, la Teleasistencia Vital, para atenderlas. ¡Contacta con nosotros para informarte más!

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