A la hora de enfrentar las obsesiones en los ancianos debes tener en cuenta la causa de las mismas. Al menos, el 3 % de la población sufre de trastorno obsesivo-compulsivo, sin importar la edad. Es verdad que, a medida que nos acercamos a la tercera edad, podemos terminar por padecer este problema que, afortunadamente, se puede superar, siempre con la voluntad del paciente.
¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es tratado desde las áreas de psiquiatría y psicología. Se caracteriza por pensamientos negativos recurrentes, también conocidos por obsesiones, que en ningún momento suponen un bienestar para quienes lo padecen, ya que les obliga a realizar acciones, a veces, sin lógica. El comportamiento de quien sufre este trastorno es compulsivo, es decir, siente que debe llevar a cabo un determinado acto porque, si no lo hace, puede llegar a sentir un peligro inminente.
Ante los síntomas de TOC, el paciente se puede encontrar esclavizado hacia ciertas rutinas que, más que producirle placer, les hace sentirse mal y tienen dificultades para dejarlas atrás. Solamente, con la voluntad de eliminar estas compulsiones y manías es posible vencer el trastorno. En ocasiones, requerirán del apoyo de un tratamiento psiquiátrico, así como la asistencia fisioterapéutica para recuperar la tranquilidad.
¿Cuáles son las causas del TOC?
Puedes encontrarte con lo complicado que es encontrar las causas del TOC, ya que estas pueden darse por diferentes motivos, como es la predisposición genética o por causas biológicas, o puede ser el producto de un cambio químico en el cerebro del afectado.
Existen otras formas de adoptar estas compulsiones. En muchos casos, las personas que conviven con pacientes que tienen TOC pueden imitar algunas de estas conductas. También, este trastorno puede aparecer por causa de experiencias que hayan supuesto un trauma para la persona.
Asimismo, comprobarás que diversos trastornos mentales o enfermedades que alteren la conducta pueden resultar como causa del TOC. Suele ser complicado que el paciente se dé cuenta en un principio que está sufriendo estas compulsiones o que, simplemente, sepa cómo deshacerse de ellas.
¿Cómo se manifiesta este trastorno en una edad avanzada?
A veces, podrías olvidar cuáles son las necesidades de las personas mayores. El sentirse útiles, el verse escuchados por su familia y no sentir la soledad, que tan presente está en la tercera edad, tienden a causar estados de depresión y estrés, que pueden alterar el día a día de un anciano.
El TOC suele manifestarse en forma de soledad en el anciano. Este tipo de trastorno produce que el afectado, o tu familiar, se aísle. También, es posible que haya permanecido solo un tiempo prolongado, lo que le ha llevado a producir estos hábitos poco saludables.
Esta sensación de angustia permanente se presenta como imágenes, pensamientos o impulsos que difícilmente el afectado puede controlar. La sensación de peligro está presente a lo largo de todo el día, hasta haberse creado un hábito. En el caso de la tercera edad, puedes encontrarte un impulso en la limpieza, pero siempre desde el punto de vista exagerado.
También verás acciones repetitivas u obsesiones, como el hecho de comprobar reiteradamente si se ha apagado una luz o el gas. Estas compulsiones terminan por afectar la autoestima del adulto mayor, que le hace aislarse del resto de personas.
Otras manías pueden orientarse al terror ante el padecimiento de enfermedades. Cuando sienten que no han cumplido con uno de sus rituales, la ansiedad y el estrés hacen aparición, y con ellos una afectación a su salud.
La falta de control o la aparición espontánea de las obsesiones terminan por alterar la tranquilidad de tus mayores. Aquí entra en juego la ayuda de los cuidadores y el entorno familiar, para lograr que nuestros mayores puedan vencer este trastorno obsesivo-compulsivo
La forma de ayudar a los mayores que sufren este problema
Los mayores con TOC muestran ansiedad al despertar y no encuentran descanso hasta que sienten haber cumplido con uno de sus rituales, aunque cualquier pensamiento puede devolverles el estrés en cuestión de minutos.
No en todos los casos es sencillo vencer este trastorno, ya que, el primer paso es que el paciente esté dispuesto a hacer algo por superarlo. Una vez que se toma conciencia del problema, existen varios pasos que puedes dar para ayudar a tu ser querido.
La terapia cognitivo-conductual
Esta terapia se centra en las características del paciente, en este caso, su edad y condición física y psíquica. El profesional debe realizar una evaluación detallada, calificando la gravedad del TOC que presenta el afectado.
Después de comprobar los nuevos comportamientos adoptados por el paciente, y con tu ayuda, tu familiar, dispondrá del tratamiento más oportuno para poder devolver el bienestar perdido.
Mejorar la comunicación con el adulto mayor
A pesar de que puedas tener pensamientos de rechazo ante ciertas acciones de tu familiar con TOC, debes mostrarte paciente, entablando una comunicación saludable y, ante todo, mostrar empatía ante este problema, que no deja de ser un malestar para el adulto mayor.
Conseguirás avances muy lentamente, ya que este es un problema de índole psiquiátrico. Pero, tu comprensión servirá de estímulo para tu familiar a la hora de mejorar sus hábitos y liberarse de sus compulsiones.
Evita potenciar los síntomas que produce el TOC
Si tu ser querido muestra una manía especial por la limpieza, debes evitar facilitarle productos de esta índole. De esta forma, se verá obligado a ir deshaciendo estos hábitos perjudiciales lentamente. Solo procura que el cambio no sea demasiado brusco, porque puedes provocarle un estado de ansiedad que perjudique notablemente su salud.
Deja que siga con sus rutinas acostumbradas y ve animándole a que haga nuevos hábitos, más saludables, acompañado de sus familiares. Este incentivo, como es dejar la soledad de lado, te mostrará una mejora de los síntomas e, incluso, la superación de dicho trastorno.
El servicio de teleasistencia
Contar con el servicio de Teleasistencia Vital es una excelente opción, ya que hay un grupo de expertos que pueden tranquilizar al adulto mayor en un momento dado, cuando los cuidadores o la familia no pueden estar cerca..
Las obsesiones en los ancianos terminan por esclavizarlos y hacerles sentir un profundo malestar. Con la ayuda de la familia y la implantación de nuevos hábitos es posible aminorarlas. El servicio de teleasistencia termina siendo un apoyo muy importante en estos casos.